Toda la discusión sobre las estrategias y las mejores prácticas para frenar la propagación del Sida y asegurar el acceso a los medicamentos y los servicios de salud pasa por el tema de la educación sexual.
Y si bien existen esfuerzos importantes en todo el mundo para difundir la información sobre la prevención del contagio y la salud reproductiva, sigue haciendo falta la producción de materiales adecuados para llevar el mensaje a la población con discapacidad y a sus familias.
Niños sordos en Brasil
La investigadora Claudia Bisol, de la Universidad de Caxias do Sul, Brasil
–quien forma parte del Comité Global sobre VIH/Sida, sordera y
discapacidad, presente en la Conferencia Internacional del Sida 2008—, dijo
que en Brasil no existe literatura adecuada para llevar el mensaje a niños y
adolescentes sordos con el lenguaje adecuado y que la misma situación se
presenta en los países vecinos, Argentina y Uruguay. Esto repercute en más
desinformación e ignorancia y por tanto, en mayor riesgo de contraer
enfermedades de transmisión sexual entre los niños sordos que entre sus
pares oyentes.
La investigadora puedo constatar esta situación tras la realización de una
encuesta mediante un cuestionario por computadora, en la que se incluyeron
elementos del lenguaje de señas. Los participantes podían saltarse preguntas
o detenerse en ellas hasta comprenderlas. Participaron 50 niños oyentes y 45
sordos de entre 10 y 15 años; los primeros asistían a escuela regular y los
segundos, a escuela de educación especial. Estos últimos resultaron mucho
menos informados sobre sexualidad, 7% contra 12% de los oyentes. Se detecto que 31 % de los sordos habían sufrido abuso sexual y se demostró que no son sexualmente inactivos, como cree la gente, sino son incluso más activos que sus pares. Y sobre todo, tienen muy poca información sobre el Sida y las prácticas de sexo seguro.
Cometas en el aire
En un taller sobre este mismo tema, impartido por Angela Pires Pinto y
Marcelo Araújo Freitas, ambos del Ministerio de Salud de Brasil, Angela
mencionó que una práctica común en familias que tienen niñas con alguna
discapacidad, pero sobre todo con Síndrome de Down, es esterilizarlas a
temprana edad para evitar que se embaracen y con ello los padres evitan
también hablarles de sexualidad. Sin embargo, advirtió, no toman en cuenta
que las dejan desprotegidas ante el riesgo de contraer enfermedades de
transmisión sexual.
Para cambiar la forma de pensar de los padres y de los maestros, el
Ministerio apoya la realización de talleres educativos sobre salud sexual y
reproductiva, como el que imparte la organización "Pipas no ar" o "Cometas
en el aire" a jóvenes con Síndrome de Down. Después de ver el video de este proyecto uno comprende que hablarles a estos adolescentes del uso del
condón, de cómo prevenir embarazos no deseados, de cómo evitar contagiarse
de VIH, también es inclusión.
Camerún: Sexo a cambio de un pescado frito
Siguiendo con la población con discapacidad auditiva, el sicólogo Adonis
Touko expuso los resultados de otro estudio realizado en Yaoumbé, Camerún,
en un grupo de 126 personas sordas de entre 15 y 34 años, 54% hombres y 46% de mujeres. Partió de algunos datos fundamentales sobre su país: entre la población con discapacidad en general hay mayor analfabetismo, más pobreza y no hay información sobre la prevalencia de VIH y Sida en sordos. Además, las jóvenes con discapacidad auditiva son vistas como objetos de placer sexual e incluso es común que reciban "pagos" por tener intimidad con hombres, pueden ganar desde un pescado frito hasta 2 dólares o un pedazo de carne de puerco.
El estudio, al igual que el de Brasil, confirmó que los jóvenes con
discapacidad auditiva no sólo no son sexualmente inactivos, sino que
tuvieron su primera experiencia sexual a los 17 y 16 años, un año más
temprano que los y las jóvenes oyentes. También tienen más parejas
ocasionales y aunque dijeron que tenían relaciones con protección, más del
40 por ciento reportó que en la última actividad sexual no habían usado
condón. Y un dato más: 15% de los participantes dijeron que dudaban de la
existencia real del Sida, lo consideraban un mito.
Del grupo entrevistado, 101 personas aceptaron realizarse la prueba de
detección del VIH; resultaron 4 casos positivos en hombres y 3 en mujeres,
lo que, comparado con índices sobre la población en general, reveló una
incidencia mayor del virus en estas personas con discapacidad. Toda esta
experiencia sirvió para concebir un programa de educación sexual y de
prevención específico al que llamaron "Los sordos se movilizan contra el
Sida", uno de cuyos retos es preparar a intérpretes en el lenguaje de señas
para que puedan difundir la información adecuadamente, y no en pocos casos
el reto es enseñar a los mismos sordos este lenguaje.
Afroamericanos en EU, más vulnerables ante el Sida
El Comité Global sobre VIH/Sida, sordera y discapacidad dio a conocer
cifras que demuestran que las personas con discapacidad auditiva corren
doblemente el riesgo de contrar el VIH, no en los países africanos o en
América Latina, sino en En Estados Unidos, donde los Centros de Control de
Enfermedades no cuentan con estadísticas nacionales sobre la población sorda
con VIH/Sida, ni sobre ninguna otra población con discapacidad. Sólo el
estado de Maryland tiene algunos registros con base en los resultados de las
pruebas de VIH patrocinadas por el gobierno. La comparación entre los
resultados obtenidos en población de oyentes y no oyentes arroja que en 2005
se detectó VIH positivo en 4.5% de sordos y 2.1% en el resto; en 2006 fue de
2.4 y 1.3%; en 2007, 3.5 y 1.2%. El Comité hace notar que desde 2003 a la
fecha ha habido recortes presupuestales al programa de detección denominado
AIDS Proyect. Las mismas estadísticas revelan que en 6.4% de los
afroamericanos con discapacidad auditiva se detecto VIH positivo, mientras
que en oyentes del mismo origen étnico se detectó en 3.4%. En total suman
9.8% de casos, frente a 2.3% en población blanca y 1% en población hispana
en Maryland.
El Comité, al igual que los especialistas de Brasil y Camerún, señaló que
lo que hará la diferencia, en los próximos años, para disminuir la
vulnerabilidad de la población sorda, ciega, con discapacidad intelectual o
motriz, será la educación sexual y de prevención apoyada en la elaboración
del material con el lenguaje adecuado según sea el caso, ilustraciones,
grabaciones de audio, grabaciones en video, o material apoyado en las nuevas
tecnologías de comunicación.
Articulo de Libertad Hernández
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