martes, diciembre 30, 2008

El Masaje Erótico


Si el masaje en general se da sobre el músculo, el masaje erótico se da sobre los sentidos, y especialmente, sobre las terminaciones nerviosas de la piel. Uno de los objetivos principales del masaje erótico es proporcionar la oportunidad de descubrir que es lo que le causa placer a tu pareja y con ello provocar un acercamiento en la pareja. Por lo tanto debe hacerse con la mente abierta por completo. Al realizar masajes eróticos, nos sorprenderemos al sentirnos tan excitados cuando nos acarician ciertas partes de nuestro cuerpo y descubriremos partes nuestras que ni remotamente habíamos considerado eróticas. Un masaje erótico debe ser un acto satisfactorio en sí mismo (tanto si acaba en orgasmo como si no). Es un acto del que algunas parejas disfrutan de modo especial, puesto que es una oportunidad para que uno se concentre en el hecho de dar y el otro de recibir, y no en dar y recibir simultáneamente, tal como ocurre en el coito u otros actos. Es una manera muy buena para que los dos miembros de la pareja se exciten uno al otro y prolonguen la intimidad. El masaje mutuo es una muy buena manera de preparar el camino hacia el coito. Es una práctica que consiste en la estimulación mutua de los genitales para proporcionar placer y excitación sexual. A través de las caricias descubrirás con todo detalle el cuerpo de tu pareja. Y mediante estos juegos podrás expresar de forma libre tus deseos y preferencias, haciendole saber a tu pareja lo que más te gusta y las zonas en las que más disfrutas con el masaje. En esta práctica sexual es muy importante que exista una comunicación clara para saber con exactitud que siente y desea tu pareja en cada momento ya que existe gran variedad en cuanto a gustos, e incluso, una misma persona puede desear diferentes estímulos según la ocasión. Gracias a las manos se pueden realizar movimientos de una gran precisión, que harán que los dos disfrutéis de las mejores sensaciones juntos. Es necesario que os toméis tiempo para saber lo que prefiere la otra persona y expresar las propias preferencias con claridad y precisión.Guiar a la pareja con tus movimientos es la mejor manera de transmitir los propios deseos y de tus mayores placeres. Otra forma de aprender la forma de masejear a tu pareja es prestar atención a los gestos, indicaciones, movimientos y demostraciones de placer de la pareja. Como ya hemos leído varias veces, no hay nada mejor para aprender y mejorar en los masajes eróticos que atender a tu pareja y dejarse llevar por las experiencias y por los instintos. El pettíng consiste en un intercambio de muestras de afecto, una especie de juego amoroso y placentero, en el que todo está permitido, excepto el coito. De esta forma se practican diferentes técnicas como los besos, la mutua masturbación, masaje erótico, caricias, sexo oral, etc. Esta técnica provoca resultados diferentes en hombres y mujeres: La mujer no requiere una estimulación sexual tan directa y centrada en los órganos genitales. La extensión de sus zonas erógenas es mayor y su imaginación es más amplia, por lo que este tipo de técnicas le resultan muy agradables. En cambio el hombre tiene menos paciencia y una urgencia pélvica que le predispone menos a relaciones sin penetración. El petting no es una técnica que deba aprenderse de forma mecánica. Debe desarrollarse de forma natural, instintivamente, dejéndose llevar por los estímulos. No existe una fórmula universal que pueda aplicarse en todos los casos, existen múltiples fórmulas para llegar al orgasmo sin tener que pasar por la penetración. El petting es ilimitado porque llega a dónde llega nuestra imaginación y además no conlleva riesgo de embarazo o de contagio de enfermedades de transmisión sexual o SIDA. En este juego sexual se pueden utilizar las manos, la boca, la lengua o cualquier otra parte del cuerpo que se desee. Normalmente al petting lo consideramos como preliminares del coito, pero es tan común centrarnos tanto en éste que olvidamos lo bien que nos lo podemos pasar en esta practica, con estos masajes eróticos, sin recurrir a la penetración. Centrar la experiencia sexual en la penetración como tal es limitar en gran medida las oportunidades de disfrutar de las grandes posibilidades de la sexualidad. La complicidad ya hemos leído que es la clave para esta práctica por lo que la comunicación entre los miembros de la pareja, con objeto de que lo que cada uno hace les guste a ambos. Para ello es importante poder expresar sin miedos lo que a cada uno le gusta hacer o que le hagan, o incluso aquellas prácticas que claramente le desagradan.

Artículo extraido de http://www.feminaactual.com

lunes, diciembre 29, 2008

Que es el hedonismo?


Nombre con que se conoce a una determinada corriente de pensamiento que identificaba el bien con el placer, con un estado de suprema felicidad ("hedoné", del griego placer). El hedonismo, con el correr del tiempo, ha engendrado opositores y defensores; y no se hicieron ausentes las discusiones acerca de cual era su verdadera esencia, como así también sobre sus formas, supuestos y razones. Las primeras formas de hedonismo sostenían que el bien era el placer y que el dolor era el mal. Dentro del primero, se encontraba "el placer material" (el placer de los sentidos) que se creía indispensable para alcanzar "el placer espiritual". El hombre, en su realidad cotidiana, debía pugnar para acercarse al placer y, al mismo tiempo, alejarse del dolor. Esta doctrina recibió una fuerte crítica, calificándola de egoísta e incoherente. Egoísta porque, en reiteradas oportunidades, para encontrar el placer individual era indispensable el provocar en el otro cierto dolor; incoherente, porque en muchas ocasiones el placer puede producir dolores subsiguientes. Como respuesta a estos argumentos en contra, los hedonistas levantaron los estandartes de la teoría de los "placeres moderados", únicas herramientas que posibilitan el alejamiento a los dolores; y el de "la participación de los placeres", que alentaba los placeres de la comunidad. Ulteriores acusaciones surgen, por ejemplo, con las apreciaciones de Kant, al catalogarlo como una "moral material" y no como una "formal". La diferencia sustancial entre ambas consiste en que la primera no otorga al individuo una plena seguridad sobre los conceptos fundamentales de lo que se puede llamar moral. Más tarde, se hicieron presentes los argumentos de los hedonistas de tendencia utilitarista en contraposición a las primeras críticas expuestas. Así Bentham realiza una clasificación de las distintas categorías de placeres, sobre la base de que ellos se distinguen según la causa que los produce y la repercusión que tienen ya sea a nivel particular, ya sea a nivel general. Desde su perspectiva, John S. Mill realiza cierta apología del altruísmo hedonista al creer que amar al prójimo como a uno mismo, es producto de una moral hedonista abierta. Finalmente, Spencer asocia la idea de que la base científica del hedonismo es la teoría evolucionista.

-CRITICA
Los errores fundamentales del Hedonismo y las principales objeciones incontestables a la teoría pueden resumirse brevemente como sigue:
(1) Se apoya en un falso análisis psicológico; tendencia, apetito, propósito, y bien están fijos en la naturaleza con anterioridad al sentimiento placentero. El placer depende de la obtención de algún bien que es anterior a, y causante de, el placer resultante de su adquisición. La alegría o placer que acompañan al buen comportamiento es una consecuencia, no un constituyente, de la calidad moral de la acción.
(2) Falsamente supone que el placer es el único motivo de la acción. Esta opinión se sustenta en la falacia de que lo placentero y lo deseable son términos intercambiables.
(3) Aún si se admitiera que el placer y el dolor constituyen el estándar del bien y del mal, este estándar sería completamente impracticable. Los placeres no son conmensurables unos con otros, ni con los dolores; además ninguna mente humana puede calcular la cantidad de placer y dolor que resultarían de una actividad determinada. Esta tarea es imposible aún cuando solamente vaya a ser tenido en cuenta el placer del agente. Cuando se van a medir el placer y el dolor de “todos los implicados” el propósito se convierte en un disparate.
(4) El Hedonismo Egoísta reduce toda benevolencia, auto-sacrificio, y amor del bien a simple egoísmo. Es imposible que el Hedonismo altruista evada la misma consumación excepto a costo de la coherencia.
(5) Ningún código general de moralidad podría establecerse sobre la base del placer. El placer es esencialmente sentimiento subjetivo, y solamente el individuo es el juez competente de cuánto placer o dolor le proporciona una forma de actuar. Lo que es más placentero para uno puede serlo menos para otro. Por lo tanto, en terrenos hedonísticos, es evidente que no podría existir permanente y universalmente una línea divisoria válida entre el bien y el mal.
(6) El Hedonismo no tiene terreno para la obligación moral, ni sanción por responsabilidad. Si yo debo buscar mi propia felicidad, y si el comportamiento que lleva a la felicidad está correcto, el peor reproche que se me puede hacer, sin importar en qué pueda basarse mi conducta, es que Yo he hecho una elección imprudente.

Los Hedonistas se han apropiado del término felicidad como un equivalente a la totalidad del sentimiento placentero o agradable. La misma palabra se emplea como la traducción Inglesa del término Latino beatitudo y del Griego eudaimonía, que significan un concepto bastante diferente del hedonista. La idea Aristoteliana es traducida más correctamente al Inglés por el término bien-estar. Este significa el estado de perfección en que se constituye el hombre cuando ejercita su facultad más elevada, en su función más elevada, sobre su bien más elevado. A causa de que fallan para dar la debida atención a esta distinción, algunos escritores incluyen eudæonism entre los sistemas hedonistas. El Hedonismo algunas veces reclama el crédito de mucho esfuerzo benéfico en la reforma social en Inglaterra que ha sido promovida por Utilitaristas declarados; y en todas partes los movimientos popularmente designados como altruismo son señalados como monumentos al valor práctico del principio hedonista “el mayor bien del mayor número”. Pero debe observarse que este principio puede tener otra génesis y otro papel qué jugar en la ética diferentes a las atribuidas por el Hedonismo. Además, como señalaba Green, los Utilitaristas lo anexaron ilógicamente, y los frutos que trajo en su actividad política deben acreditársele en su carácter democrático antes que en el hedonístico.

La sexualidad como búsqueda del placer ha sido algo execrado por la tradición occidental desde la antigua Grecia. El componente antihedonista y la reducción de la sexualidad a la reproducción ha sido el telón de fondo de nuestra cultura en los dos últimos milenios. Los enormes cambios culturales, ideológicos o filosóficos del siglo XX han traido de vuelta una concepción más hedonista de la sexualidad humana, de la que se hace eco la nueva ciencia sexológica.

En la actualidad, sin embargo, coexisten concepciones bien diversas al respecto: Desde convicciones profundamente enraizadas en una visión religiosa (judeo-cristiana) de la sexualidad, hasta una visión hedonista extrema (materialismo). Podemos y debemos mostrar esa realidad a los alumnos. El poso de la tradición lleva generalmente a los docentes a ladear ese tema. Sigue siendo lo innombrable, la piedra de escándalo. Sin embargo, la realidad que se vive en la calle a diario es bien distinta. ¿Por qué renunciar a tratar algo tan vivencial? Soslayar el tema, en mucho se parece a la estrategia del avestruz. Si queremos hablar de sexualidad a los alumnos no podemos obviar aquello que, querámoslo o no, estemos de acuerdo o no, los mueve a ejercer su sexualidad.

Podemos echar mano de los estudios ya clásicos de Masters&Johnson sobre las fases del placer, o plantear el contraste cultural entre diferentes culturas (Oriente/Occidente); o, a un nivel más filosófico, la concepción platónica frente a la epicúrea,... Pero conviene llegar a ello. Sin impartir magisterialmente doctrina, pero también sin "esconder el huevo"...


Articulo extraido de: http://www.tiffotos.com/hedonismo/hedonismodefinicion.htm

domingo, diciembre 28, 2008

Donde acariciar a una mujer



Nuca y cuello.

Según los psicólogos, besar y acariciar estas zonas transmite confianza a quien recibe y ternura a quien lo lleva a cabo.

Pezones.

Resulta placentero cubrirlos con besos húmedos y, luego, soplar. También se pueden pellizcar. Ojo, siempre hay que descubrir lo que excita y lo que molesta.

Espalda.

No hace falta que seas masajista profesional pero, si no tienes ni idea, prueba a recorrerla con la punta de la lengua.

Caderas.

El masaje que se inició en la espalda puede cesar aquí variando su intensidad, según la respuesta de la pareja. Un buen comienzo para un cunnilingus.

Muslos.

La cara interna de los muslos es donde la piel resulta mucho más sensible al tacto. Pasa por esta zona las yemas de los dedos y de la lengua.

Orejas.

Los lóbulos son en extremo sensibles a la excitación y pueden ser acariciados con suavidad. Algunas mujeres reaccionan con mucha intensidad.

Párpados.

Su gran cantidad de terminaciones nerviosas hacen que, bien estimuladas con besos secos, produzcan mucho placer.

Boca.

Castos, arriesgados o provocadores, los besos o las caricias alrededor de la boca pueden encender todo el cuerpo y potenciar el coito.

Genitales.

Es la zona más fácil de estimular si se hace sin precipitación. Si se usan los dedos, que estén muy lubricados con secreción vaginal o saliva para minimizar la irritación.

Perineo.

Si se apoya la mano con los labios exteriores de la vagina cerrados, y se masajea, se puede excitar con rapidez gracias a la densa red de terminaciones nerviosas que allí confluyen.

Articulo extraido de http://www.novarevista.com/pareja/

viernes, diciembre 26, 2008

Como acariciar a un hombre


Después de las caricias preliminares, matizadas con ligeras fricciones en el sexo o en la entrepierna, cuando tú misma sientas el deseo de ser acariciada más profundamente, baja hacia la zona sexual del hombre e intensifica los tocamientos a través de la ropa.

Tanto como a ti te gusta ser desnudada lentamente de la manera más erótica, así le gusta al hombre la aproximación activa de la mujer. Reacciona con una gran excitación cuando la mujer abre la cremallera de su pantalón para tener acceso a su pene. Hacer este gesto es también muy excitante para ella.

Sea cual fuere el modo de acercarse, procede con lentitud y sin movimientos bruscos. Es tan fácil para la mujer como para el hombre arrastrar a su pareja a cambiar de posición, si existe una atención mutua exclusiva. Muestra el movimiento que deseas, empujando ligeramente el cuerpo del hombre en la dirección deseada, y deslízate sin sacudidas de una posición a la otra. La aceptación de estos cambios, tanto para ti como para tu compañero, es esencial para descubrir nuevas posturas. Si quieres desnudar totalmente a tu compañero, lo que es tanto más sensual cuanto que introduce un factor de novedad siempre muy apreciado, hazlo de la manera que te gustaría que te lo hicieran a ti: suavemente, con tanta sensualidad y ternura como sea posible, añadiendo a los gestos hábiles caricias en las zonas lentamente desnudadas. Cuanto más tiempo te tomes, alternando los cambios necesarios de posición y los besos, tanto más cómodos y armoniosos serán los gestos.

Los músculos de las nalgas

Son muy sensibles, tanto en el hombre como en la mujer, y reaccionan tanto a las caricias fuertes, más próximas al masaje, cuanto a las caricias ligeras con la punta de los dedos o también a los mordisqueos. Presiona con fuerza el músculo entre la palma y los dedos, en diferentes lugares; estas presiones, muy apreciadas en los preliminares, son especialmente excitantes en lo más fuerte de la tensión, para acompañar los movimientos.

La caricia del falo

Al ser, con toda seguridad, la caricia más excitante, requiere el máximo de atención y de delicadeza. Una caricia de todo el falo, ligera, con la palma lisa y los dedos jugando en los testículos, es agradable al comienzo para apreciarlo en todo su esplendor.

Si la erección no es aún total, rodéalo con tu mano fuertemente, y a uno o dos centímetros bajo el glande, mueve el prepucio de arriba abajo. Los movimientos lentos al comienzo, cuya velocidad y presión aumentan poco a poco, son generalmente los más agradables. Estos movimientos de arriba abajo tienen por efecto, entre otros, afianzar la erección.

Si el pene está en plena erección, puedes unir a esos movimientos de arriba abajo, practicados con una mano, una ligera presión de la palma libre sobre la punta del glande.

El glande:

los puntos que reaccionan con más fuerza a la excitación son:

— El prepucio, es decir, la piel tensa verticalmente que une la punta del glande con el tronco del falo. Es tan sensible que algunos hombres dicen que les proporciona la misma sensación que el clítoris en la mujer. Puedes acariciar delicadamente esta piel o también hacerla subir y bajar, permitiendo que el glande esté de este modo lubricado.

— La punta extrema del glande: ejerce golpecitos o presiones en ese lugar.

— La corona: cuando la excitas haciendo deslizar la piel exterior del pene sobre ella, se convierte en la zona más erógena del pene.

El tronco:

El lugar más sensible es la línea vertical que semeja una vena hinchada, prolonga el prepucio y se une a la sutura de los testículos. Coloca tu pulgar verticalmente sobre esta vena, mientras los dedos hacen presión en la parte posterior del pene, y muévelos de arriba abajo.

Los movimientos de arriba abajo:

Los movimientos más agradables, en una fase de estímulo que puedes hacer durar, son los menos mecánicos y, por el contrario, se apoyan en varios puntos sensibles. Por ejemplo, si tomas el pene como dije anteriormente (con el pulgar en la vena), puedes hacer movimientos amplios con la piel sobre el glande, mientras vuelves la mano lentamente; de este modo descubrirás una especie de ocho vertical o S; no obstante este movimiento es menos amplio.

Varía y coloca tu palma en la vena sensible, y tu pulgar en la cara externa (tu mano no se desplaza para tomar esta nueva posición, sólo el pulgar toma el lugar de los dedos que se extienden).

Alterna algunos movimientos largos con pequeños movimientos rápidos de arriba abajo en la corona del glande, mientras giras tu mano. Con tu otra mano, puedes acariciar los testículos, el perineo o el ano, o también el pecho del hombre.

Ten cuidado de variar la manera de sujetar el falo, de cambiar de movimientos, de modificar la velocidad, pasando de movimientos muy lentos y sensuales a presiones más rápidas.

A algunos hombres les gusta que aumentes la velocidad y la presión, y que sigas de este modo con los movimientos constantes, que reproducen de alguna manera los movimientos intensos que preceden al orgasmo.

Respecto de la presión y la velocidad ideales, después de los preliminares más lentos, variarán ostensiblemente según los individuos. Al aumentar demasiado la intensidad de tus caricias, corres el riesgo de llevar al hombre a la eyaculación. Es imposible adivinar cuál es la intensidad que un hombre puede soportar sin terminar y, aparte este hecho, cuál es la intensidad ideal de las caricias para él y qué zonas son las que le procuran mayor placer o cuáles son las que no soportan el contacto.

Por esto es preferible, cuando conoces un poco a tu compañero, preguntarle qué prefiere y pedirle que te enseñe o guíe tu mano. Algunos hombres no se atreven a decírtelo nunca; así puedes estar muy lejos, sin imaginártelo, de la dulzura o la intensidad que les gustaría.

Los testículos

Generalmente son muy sensibles; deben tocarse con delicadeza. A algunos hombres les gusta que se los acaricien y también que los hagas girar en tu mano. Para otros, son un punto tan sensible que el simple hecho de tocarlos los indispone; aunque para todos los hombres, sin excepción, un gesto demasiado brusco y una presión demasiado fuerte serán muy dolorosos.

El perineo y el ano

Para la mayoría de los hombres, la zona comprendida entre la base del pene y el ano es sensible al estímulo sensual. El ano es a menudo para el hombre una de las zonas más erógenas después del pene y el hecho de unir las caricias del falo con las caricias de esta zona intensifica enormemente el placer.

Las caricias del ano son muy específicas, pero aunque a menudo las mujeres actúen con pudor en este tema, es sin embargo importante mencionarlas, ya que el cuarenta y dos por ciento de los hombres entrevistados, según los sondeos americanos, las aprecian aunque no se atreven a solicitarlas.

Aparte de las caricias en toda la zona del ano, la introducción de un dedo, con pequeños movimientos de presión, aumente de manera intensa, en algunos hombres, las sensaciones del pene.

El beso del falo o felación

Una de las fases más eróticas y más excitantes del acto para el hombre es la sexualidad oral. Por lo demás, muchos hombres consideran que es el mayor don que una mujer puede hacer a un hombre. En cuanto a la mujer, generalmente no obtiene placer de ello sino con un hombre al que ama verdaderamente, ya que es un contacto, como el de la boca pero más intenso, que se siente como el grado extremo de la intimidad. Este beso, cuando se domina la técnica, se vuelve tan suave para la mujer que lo da como excitante para el hombre que lo recibe.

Para acercarse a esta técnica, es necesario sentir un respeto real por el sexo del hombre. El camino psicológico para superar la aprensión que puede existir es comprender lo que simbólicamente representa el falo: dador de vida, creación, poder de acción, chorro de energía, vínculo de amor... Se trata, como ya hemos hecho notar, de atrapar la belleza: la sola visión de un pene en erección, no sólo es muy excitante, sino que hace nacer un sentimiento muy difícil de analizar, que podría situarse entre la admiración y el respeto. Si la mujer sólo piensa en el placer que recibe, la relación con el falo se separa por sí misma de todas las segundas intenciones frustrantes transmitidas por generaciones que no eran capaces de respetar la vida.

Toda la escisión entre el espíritu y el cuerpo generada durante siglos nos ha impedido comprender que el espíritu penetraba la materia y la volvía espiritual.

Un acto de amor, dando y recibiendo un amor real, puede ser tan espiritual como la música. Mientras que una relación sin respeto por el otro, comprendido en ello todo su cuerpo, es algo que, poco a poco, aniquilará el amor que existe entre ambos. Si se quiere buscar una cualidad primordial del amor, se encontrará que es el respeto al otro. Incluso es el que te permite hacer una clara distinción entre la pasión y el amor. Si una mujer piensa que el falo es feo, proyectará sin cesar energías negativas sobre esta zona del cuerpo, lo que disminuirá a un tiempo su propia capacidad de placer y la de su pareja. Si eres sincera contigo misma, te darás cuenta en seguida que es malsano pensar que el sexo es feo, pero que es esencial pensar que hay que elevar la relación hasta hacerla bella con el fin de que sea una comunión real de amor.

Tan importante es para la mujer que le den pruebas de amor y que se admire la belleza de sus formas, como para el hombre sentirse conmovido y tener necesidad de los mismos cumplidos.

Respecto a la técnica del beso, puede aprenderse progresivamente, mientras das placer a tu compañero.

— Mientras acaricias el falo, haz deslizar tus labios por el glande y bésalo suavemente. Pasa tu lengua por la piel muy fina del glande (es una de las pieles que es más agradable de besar, ya que es una de las más delicadas del cuerpo, junto con la de los párpados), o también da golpe-citos en el lugar al que llega el canal y en el prepucio.

— Luego, acariciando siempre con una mano el pene o la zona que lo rodea, introdúcelo en tu boca hasta un poco más allá del glande; haz deslizar la piel exterior sobre el glande con un ligero movimiento de arriba abajo. Vigila que tus labios recubran siempre tus dientes con el fin de no herir la piel que es muy frágil y sensible. Entonces puedes hacer coincidir el movimiento de tu boca con los gestos de tu mano en la base del pene; incluso en este estadio, puedes variar hasta el infinito tus caricias. Si te abandonas a tus propias sensaciones y a tus impulsos espontáneos, descubrirás mil matices que serán un lenguaje de amor. Improvisa movimientos giratorios o apoya la punta del glande en tu lengua a cada presión. A algunos hombres les gusta mucho el movimiento de succión limitado al glande. Es agradable cambiar la velocidad de los impulsos: a veces lentos, mientras se gira con diferentes presiones, a veces rápidos golpeando con tu lengua.

La espontaneidad no sólo procura más placer a tu compañero, sino que te permite no forzarte hasta perder el aliento, ya que vas a introducir sin parar nuevas variaciones en vuestros transportes. Conserva todo el control de la actividad y pídele a tu amigo que no se mueva por sí mismo pues no estás segura de ti; tal vez él podría ir más profundo de lo que podrías soportar y los reflejos de rechazo de los músculos de la garganta surgirían automáticamente. No tengas reparos si ocurre esto, ya que es un reflejo muy natural que tu compañero comprenderá y que dominarás en seguida. Una técnica por lo demás muy sencilla que puedes utilizar si tu compañero se mueve, con el fin de controlar la profundidad de su penetración, consiste en conservar tu mano alrededor de la base de su pene: de este modo tu boca quedará detenida por la mano.

— Luego, con esta misma técnica y esos diversos modos de caricias, intenta, cuando lo creas oportuno, meter cada vez más el falo en tu boca.

Otros movimientos posibles son:

— llevar el pene hacia los lados de la boca;

— utilizar tu lengua vuelta hacia el paladar para impedir una penetración muy profunda y dar sensaciones a la punta del glande;

— llevar el falo hacia el fondo del paladar;

— hacer presiones sobre él con tu lengua lisa;

— utilizar los movimientos rápidos, golpeando contra tu lengua vuelta. Así, es preciso que toda la garganta esté distendida, ya que es un movimiento que se hace sin tensión; también permite descansar los músculos;

— dirigir movimientos más profundos pero lentos, hacia el fondo de la garganta; si desde el principio lo haces lentamente, no te molestarán los reflejos de rechazo;

— hacer movimientos de succión cuando el falo está a media longitud o más;

— coger únicamente el glande con la boca e imitar la acción de mamar;

— hacer un movimiento que parezca el chasquear de la lengua contra el glande, pero no con la punta de la lengua sino con la base;

— apretar el pene al máximo con tus labios y tu lengua, lo que hace la succión más estrecha y da el máximo de sensaciones.

Posturas y caricias asociadas

Las más agradables caricias asociadas son:

— coger firmemente los músculos de las nalgas, cosa que te permite eventualmente mover a tu compañero mientras controlas sus movimientos. Tu estás arrodillada a horcajadas sobre sus piernas, los codos apoyados en la cama y tus dos manos bajo las nalgas, o también, lo que es más confortable: estás arrodillada entre sus piernas que están dobladas. Para estas dos posturas (encima y frente al hombre) vigila sobre todo de no llevar el pene demasiado lejos del vientre del hombre es decir (hacia ti), ya que a una cierta distancia (variable según los individuos) experimentará dolor:

— acariciar el escroto, el perineo o el ano con una mano mientras unes a tu beso una caricia con la otra mano en el falo.

Puedes estar arrodillada al lado de tu compañero; estirada al sesgo, las piernas hacia su cabeza, tienes el brazo exterior acodado en la cama y con la cama y con la otra mano acompañas el beso. En esta posición el hombre también puede acariciarte; hay otra posición en la que el hombre puede alcanzar tu cuerpo: tú estás arrodillada a horcajadas sobre su pecho, dándole la espalda;

Las posiciones de lado son muy confortables: el hombre está de lado, una pierna doblada sobre la cama y la otra extendida; tú también estás de costado, apoyada en la pierna que descansa en la cama.

— Con toda seguridad te gustará esta posición pues es muy práctica: la mujer está estirada sobre su rodilla izquierda doblada bajo ella contra el costado derecho del hombre; su pierna derecha doblada pasa por encima del cuerpo del hombre y su pie derecho descansa en la cama al lado del muslo izquierdo del hombre; ahí tienes una postura que te deja la más completa libertad de movimiento.

También es interesante, cuando beses el pene, modificar las posturas, ya que, como en el acto, cada postura hace nacer nuevas sensaciones: al no ser la verga recta, sino a menudo curva a inclinada, el ángulo creado en relación con tu boca no será siempre el mismo, o tal vez tendrás que soportar un contacto de mayor o menor longitud.

Dado el extremo placer que el hombre consigue con la sexualidad oral, sin duda tendrás ganas, dejándote guiar por un estímulo recíproco, de llevarle a veces hasta el orgasmo mediante esta caricia, lo que para el hombre puede ser un orgasmo extraordinario.

Algunas mujeres no soportan que el hombre eyacule en su boca; otras lo aceptan pero no pueden tragar el esperma; hay otras incluso para quienes el esperma tiene un gusto sabroso y es una experiencia exquisita cuando está regida espontáneamente por el amor. Sin embargo, es interesante notar que el esperma tiene una rara cualidad energética, que a veces tiene el efecto de un vasito del alcohol; puede «emborrachar» y «tonificar» de manera sorprendente, esto, seguramente, en el caso de que la armonía de pareja presida tus relaciones, ya que sería de efecto negativo si no sientes bien las cualidades psíquicas y afectivas de tu compañero; sería mejor evitarlo en una relación de calidad media. Todo el mundo conoce la utilización de la placenta, por sus cualidades energéticas, en numerosos medicamentos, aunque sin duda te sorprenderías al saber que un investigador de nombre Wolkhovski escribió un libro sobre los efectos terapéuticos del esperma. No hace mucho tiempo, un médico probó en sí mismo sus efectos de forma por demás incongruente: sufría una espantosa depresión y tuvo la idea de inyectarse un poco de esperma en el muslo; esto le valió una súbita curación al precio de insoportables dolores: en efecto, ¡el esperma contiene en su composición la hormona del dolor! A pesar de la hazaña de este valeroso pionero, la curación por esperma aún está por descubrir.

Si quieres llevar al hombre hasta el orgasmo con esta caricia es mejor hacerlo al final del acto, después de haber tenido tú misma un orgasmo; también puedes comenzar el acto con la felación, deteniéndote cuando sientas que el hombre está a punto de eyacular y deseas prolongar la unión. En efecto, si te apartas a tiempo, su tensión disminuirá, aunque debes utilizar técnicas suaves, dando un máximo de sensaciones sin forzar la excitación. Es preferible en este caso empezar muy lentamente, de manera que realmente se relaje la tensión sexual del hombre; luego puedes retomar el acto.

martes, diciembre 23, 2008

Vuestras mas íntimas fantasías

Una semana después de colocar la encuesta, 8 personas han manifestado que si contarían aquí sus más íntimas fantasías, 6 sin ningún problema, 2 de ellas tal vez en forma anónima!
Pues bien, os invito a hacerlo en cuanto queráis, podeis hacerlo enviando un mail con vuestra fantasía a annaguil64@hotmail.com, indicando si quereis que aparezca en forma anónima o no, y cualquier otra persona que desee hacerlo, pues esta invitada a hacerlo también!!
La idea es hacer el blog más participativo en todo lo que se pueda, y que sea lo más real posible, gracias anticipadas a tod@s!!

Biennnn ya tenemos la primera persona que ha manifestado su fantasía!! a ver si os animais el resto, es sencillito :)

lunes, diciembre 22, 2008

En esta Navidad regala Sexo Oral (Para Ellos...)

Me uno a la iniciativa de algunos para que en esta Navidad y por la causa que sea, el mejor regalo puede ser el de Regalar Sexo Oral, reedito esta entrada y su homonima para Ellas... y lo dicho, Feliz Navidad


"Como comer un coño", por mujer anónima.. y afortunada.

"Hey!, tengo mucho respeto por todos los tios a los que os gusta comer coños porque hay muy pocos de vosotros en la calle, y no soy la unica mujer que lo dice. Y lo que es mas, algunos de los que lo haceis a la antigua usanza, no lo haceis demasiado bien, asi que quizas esta pequeña leccion os ayude. Cuando una mujer encuentra a un hombre que lo mama bien ha encontrado un tesoro y no le va a dejar escapar facilmente. Este es un tipo raro y ella lo sabe. Ni siquiera se lo dirá a sus mejores amigas pues si no le convertiría en el hombre mas popular de la ciudad. Asi que recuerda, la mayoria de los tios pueden follar y generalmente lo hacen de una manera satisfactoria, pero los que saben mamarlo bien, lo tienen hecho.
Muchas mujeres estan tristes por sus cuerpos. Incluso si tienes a la mujer mas maravillosa del mundo contigo en la cama se estara preocupando por como te gusta su cuerpo. Dile que es bella, dile que partes te gustan mas, dile cualquier cosa pero dejala que confie en ti lo suficiente como para dejarte bajar entre sus piernas.Ahora para y mira lo que ves. Es bonito, verdad? No hay nada en el mundo que haga mas única a su mujer que su coño. Ya se, he visto muchos, los hay de diferentes tallas, colores y formas. Algunos estan metidos para adentro como el potorrin de una chiquilla y otros tienen loslabios gruesos y seductores que salen para darte la bienvenida. Algunos son cepillos enredados de pelo y otros estan cubiertos con pelusa transparente. Aprecia las cualidades unicas de tu mujer y dile lo que le hace especial.

Las mujeres son mucho más de palabra que los hombres, especialmente cuando se hace el amor. También responden más al amor de palabra lo que significa que cuanto más le hables, más fácil te será hacerle correrse. Asi que todo el tiempo que pases acariciando y manoseando su precioso coño, hablale de el. Ahora, míralo de nuevo, suavemente aparta los labios y mira los labios internos. Incluso chupalos si quieres. Ahora separa las partes superiores del coño hasta que encuentres el clítoris. Las mujeres tienen clítoris de todas las tallas igual que los tios teneis pollas de diferentes tamanos, pero esto no tiene nada que ver con su capacidad de orgasmo. Simplemente significa que la mayor parte de ella esta escondida bajo su prepucio.
Cada vez que toques el coño de una mujer asegurate de que tu dedo esta húmedo. Puedes chuparlo o puedes mojarlo con sus jugos internos, pero asegúrate por cualquier medio de mojarlo, pues tu dedo se quedará pegado a él si esta seco, y eso duele. Pero tu no quieres tocarle el clítoris de cualquier manera, tienes que ir preparando el terreno. Antes de que ella se excite, su clítoris es demasiado delicado para ser manejado. Aproximate a su coño despacio. A las mujeres, incluso más que a los hombres, les encanta ser incitadas.
La parte interna de su muslo es su punto mas delicado. Chupalo, besalo, haz dibujos con la punta de tu lengua, acercate peligrosamente a su coño. Hazle que se anticipe a ello. Ahora chupa el pliegue donde las piernas juntan su coño. Acaricia tu cara con su arbusto, cepilla tus labios sobre su raja sin presionar, para posteriormente excitarla. Despues de haber hecho esto hasta un punto en el que tu chica esta moviendose, y tratando de forzar para que te acerques mas a ella, pon tus labios en la superficie de su raja. Besala suavemente y despues mas fuerte. Ahora usa tu lengua para separar los labios de su chocho y cuando se abran haz correr tu lengua arriba y abajo entre las capas de carne del coño.

Suavemente separa mas sus piernas con tus manos. Todo lo que haces con una mujer y lo que estas a punto de comer tiene que ser hecho suavemente. Fóllala con la lengua, eso tambien le excita porque por ahora ella quiere que se le preste algo de atencion a su clítoris. Compruebalo, mira si el clítoris se ha vuelto lo suficientemente duro como para sobresalir de su cubierta. Si es asi, chupalo. Si no puedes verlo, puede estar esperándote debajo.

Lleva tu lengua hasta la parte superior de su raja y siente su clítoris. Apenas puedes experimentar su presencia, pero si incluso no puedes sentir la diminuta perla, puedes hacerla levantarse chupando la piel que la cubre. Chupa fuerte y presiona dentro de su piel. Suavemente separa los labios del coño y mete tu lengua contra el clítoris, cubierto o no. Hazlo rapidamente. Esto provocara que sus piernas se estremezcan. Cuando sientas que esta alcanzando el orgasmo pon tus labios en forma de O y toma el clítoris con tu boca. Empieza a chupar suavemente y observa la cara de tu chica y su reaccion. Si puede soportarlo, empieza a chupar mas fuerte y si le mola chupa mas fuerte todavia.
Ve con ella. Si levanta la pelvis en el aire con la tension del orgasmo viniendo, muevete con ella, no pelees.Espera y manten tu caliente boca en su clítoris. No le dejes ir. Esto es lo que estara diciendo tambien: NO PARES!, NO PARES NUNCA!!! Hay una razon para ello. La mayoria de los hombres se paran demasiado pronto. Igual que la mamada de una polla, esto es algo sobre lo que merece la pena aprender, y hay que aprender a hacerlo bien. Conozco a un hombre que es un asqueroso follador. Simplemente asqueroso. Pero puede comer un coño mejor que nadie que conozca y nunca tiene problemas para conseguir una cita. Las chicas se abalanzan sobre él.
Pero volviendo a tu sesión "come-coño", hay otra cosa que puedes hacer para intensificar el placer de tu mujer. Le puedes joder con los dedos mientras ella disfruta con tus talentos de chupa clítoris. Antes, durante y despues. A ella si que le gustara. Ademas de las zonas erogenas que rodean a su clítoris, otra mujer tiene otra area extremadamente sensible en la azotea de su vagina.

Esta es la zona contra la que frotas cuando te la estas follando. Bien, como tu polla esta un poco lejos de tu boca, tus dedos tendrán que "echar el polvo".Coge dos dedos. Uno es muy fino y tres demasiado anchos por lo tanto no puedes profundizar. Asegurate de que estan humedos para no irritarle la piel. Deslizalos hacia adentro, al principio despacio y despues más rapidamente. Fóllala con ellos ritmicamente. Acelera solo cuando ella lo hace. Escucha su respiracion, ella te permitira saber lo que hacer. Si le estas chupando el coño y haciendole un dedo al mismo tiempo, le estas estimulando bastante mas de lo que lo harias con tu polla sola, por lo tanto puedes contar con que se lo esta pasando en grande. Si tienes alguna duda comprueba sus sintomas.
Cada mujer es única. Puedes tener una cuyos pezones se endurecen cuando se excita o solo cuando le viene el orgasmo. Tu chica se puede poner colorada o empezar a temblar. Consigue conocer sus sintomas y seras su amante mas sensible. Cuando ella empice a tener un orgasmo, por Dios, no dejes escapar ese clítoris. Persevera con la duracion.

Cuando empiece a decaer del primer orgasmo, presiona tu lengua contra el lado inferior del clítoris dejando que tus labios cubran la parte superior. Mueve tu lengua hacia adentro y hacia afuera de su coño.
Si tus dedos estan dentro, muevelos tambien un poco, aunque suavemente, pues todo es extremadamente sensible especialmente ahora. Si juegas tus cartas correctamente conseguiras multiples orgasmos de esta manera. Una mujer esta excitada una hora entera antes de tener un orgasmo. ¿Te das cuenta del impacto total de esta informacion?. ¿El potencial?. A una mujer se le cronometraron 56 orgasmos de un tiron. ¿Sabes el efecto que tendrias en una mujer a la que le produjeses 56 orgasmos?. Sería tuya siempre que la quisieras.

El ultimo consejo que te doy es: despues de haberla hecho correrse, hazla tu esclava dandole la mayor mamada que haya tenido nunca. No le dejes sola precisamente ahora. Hablale, acaricia su pecho y su cuerpo con delicadeza, continua haciendole el amor suavemente hasta que se haya calmado. Un hombre puede marcharse e irse a dormir en el mismo suspiro sin sentir remordimiento, ningun sentido de perdida. Pero una mujer por naturaleza requiere alguna sensibilidad de su amante en los primeros momentos despues del sexo.
El sexo oral puede ser la mas excitante experiencia sexual que puedes tener. Pero es lo que tu haces. Tomate tu tiempo, practica a menudo, presta atencion a los sintomas de tu amante y sobre todo, diviertete.

Espero que os sirva de algo, una anónima.

En esta Navidad regala Sexo Oral (Para Ellas...)


Como chupar una polla con arte y salero", por anónima

Chupar una polla a un hombre es uno de los más puros placeres en la vida. Es triste pensar que muchas mujeres no aprecian lo divertido que puede ser. La razón es que no saben cómo hacerlo correctamente y así no acaba por gustarles, porque si no lo haces correctamente, no conseguirás tu premio. La polla no se endurecerá, el hombre no pasará un buen rato y la mujer sentirá el fallo como propio. Pero no hay que tener miedo, es muy fácil aprender a ser una fabulosa chupadora de pollas, y yo voy a deciros como.
No tiene importancia el lugar que escojas, puede ser en casa, en la cama o aparcada en el Bulevar del Ocaso, pero busca todo el nivel de intimidad que necesites para sentirte relajada y cachonda. Para el propósito de este artículo, digamos que estás en un sofá, con un hombre que te gusta y sabes que a él le apetecería una buena mamada en este momento (siempre les apetece).
Deslízate en el suelo entre sus piernas y abre su bragueta. Busca y palpa su polla. Si está caliente para ti, ya estará dura. Si es nervioso, puede estar aún doblada en sus calzoncillos. Mantén agarrada su polla con la mano, sube a su cara y bésale. Observa si puedes sentir una respuesta abajo. Cualquier movimiento es una buen signo.
Ahora sácale la polla y mira cómo está. Si está tiesa, lo estás haciendo bien, en otro caso, aquí está el que hacer: Sácale las pelotas. Si los pantalones están muy tirantes, bájalos. Ahora sujeta sus pelotas en la mano izquierda y la polla en la derecha. Apriétala poco a poco hacia abajo en dirección a la base del mango y dispónte a chupar.
Recorre tu lengua sobre tus labios para tenerlos listos y húmedos, y mira la cara de tu hombre. El quiere mirar como le chupas. A los hombres les gusta mirar. Ahora abre tu boca ligeramente para atormentar y excitar a tu hombre y acércate junto a su polla. Respira en él, sóplale con tu aliento caliente. Saca tu lengua de nuevo y tócale, atorméntalo.
Asegurándote que tu lengua está goteante de humedad, comienza en la base de su mango y lame hacia arriba, lentamente. Gira tu cabeza de lado y simula morderle, suavemente colocando tus dientes en su carne. Humedécelo de nuevo con tu lengua y usa tu mano para esparcir el líquido alrededor si es necesario. Una polla húmeda se ve y suena más cachonda que una seca.
Tu izquierda entretanto estará tocando sus pelotas, quizás arañándolas ligeramente con tus uñas. Puedes también querer buscar debajo y detrás de las pelotas para encontrar ese área tan sensitiva justo antes del ano, o incluso pasar tus dedos sobre su agujero muy levemente. Ya que el músculo que causa la erección comienza ahí atrás, esto producirá una reacción en su polla.
Después que hayas lamido su mango un montón de veces y está todo húmedo y duro, tu hombre comenzará a retorcerse con frustración si no comienzas a tomarlo en serio. Una rápida mirada a su cara te hará saber cuando estás llevando las cosas demasiado lejos. Atormentar es bueno... hasta un punto.

Un poco de experiencia chupando pollas te enseñará cuándo se ha alcanzado este punto. En uno de tus balanceos hacia arriba con su lengua, desde la base de su mástil al borde de su capullo, no te detengas.
Continúa tu larga, húmeda lamida sobre la punta de su polla, insistiendo en el agujero del centro. Mantén tu lengua en él, si puedes, pero no chupes su cabeza aún.

Ahora recorre con tu lengua el borde de su capullo, por todo el contorno, haciendo frecuentes pases por la piel tierna encarada hacia tí. Aquí es donde la mayoría de los hombres son más sensibles. ¡Pero no todos los hombres! Hay una cosa que una buena chupadora de pollas tiene que aprender a hacer, tan pronto como estés cómoda, que es: Hacer preguntas. Cada hombre es único, y también su polla.
Estruja el mango y mira si brota un líquido claro. Si lo hace, baña tu lengua en él y espárcelo. Se extenderá contigo y parecerá fantásticamente erótico a tu compañero. Ahora, muestra como te gusta la sustancia.

Acércate a la cabeza de la polla como si fuese un helado de crema de chocolate y mete todo el capullo en tu boca caliente. Manténlo allí.
Escúchale gemir. Ahora baja rápidamente y mete tanta polla como pueda caber dentro de tu boca. No temas, no te ahogarás. Si doblas tu cuello de la manera correcta, puedes meterla limpiamente en tu garganta.

Permanece así, con la polla dentro de tu boca, durante un momento. Siéntela dentro tuyo. Esto puede ser al menos tan exquisito como tenerla en tu conejito. Crece en tí.

En este momento puedes hacer varias cosas. Esta es una de ellas:
Deslízala hacia atrás hasta el extremo de la polla y chasquea tu lengua contra ella. Tu hombre tendrá un hormigueo ahora, queriendo profundizar más en tu garganta. Pero no le dejes imponerse. Si lo hiciera, se iría en dos minutos y ¿esto es divertido?

Moviéndote tan rápido como el pueda aguantar (no le dejes correrse aún), deslízate arriba y abajo por su polla como si estuvieras follándolo. Si está muy cerca de correrse, para, o al menos frena. Si no puedes introducirla hasta el final, puedes engañarlo un poco usando tu mano derecha para completar la sensación de tragártela a fondo. Parecerá como si la hubieses metido por completo en tu boca y hasta lo sentirá igual. Puede también deslizar tus dedos, moviéndolos
en forma de O alrededor de su mango, arriba y abajo con el ritmo de su chupada.
Esta es otra cosa. Además de sólo meter la polla en la boca, puedes mamarla que es bastante diferente. Hay mamadas profundas y pequeñas y ambas sientan condenadamente bien. Tu hombre puede tener una preferencia, no obstante, así que observa sus reacciones.

Tomando tan sólo el capullo en tu boca, mámalo como si fuera un pezón o un pajita. Esto le sienta tan bien al hombre, que me pone el conejo caliente tan sólo pensar en ello.
La otra mamada es larga, profunda, en la que tomas la polla completa y la mamas todo el tiempo hacia arriba como si fueras un aspirador y después abajo y lo haces de nuevo, mamando hacia abajo también.

Aquí hay una cosa importante que saber: Cualquiera de estos movimientos sentirán bien las primeras pocas veces o más, pero tras un rato, es como si la polla se vuelve inmune al sentimiento. Cuando notes esto, es el momento de cambiar al siguiente juego. No querrás que la polla se vaya a dormir. La quieres constantemente estimulada, casi, pero sin llegar, al punto del orgasmo.
Que es justamente donde estamos ahora. Tienes una furiosa erección en tu mano derecha y unas pelotas algo tensas en tu izquierda. Echate atrás y obsérvalo, ¿no es bello? Lleva tu mano derecha a la base de la polla y aprieta allí. Esto provoca que el mango se llene y espese, y ahora el capullo estar brillante y suave. Continúa manteniendo la polla en tu boca, chupa y prueba todos tus movimientos variados hasta que sepas que el hombre no puede soportar más y va a dispararse.
Lo que hagas ahora es entre tú y tu amante. Personalmente, yo prefiero observar el disparo. Me proporciona imágenes para mis sueños húmedos y además, es emocionante ver la leche a borbotones. Es asombroso cuanta cosa sale y lo lejos que llega el disparo. Si quieres mirar, lo sentirás venir con su mano derecha y sabrás cuando apartarte. Puedes incluso intentar coger algo con tu lengua si eres rápida. Puedes querer tragarlo, algunas muchachas lo hacen, y a montones de chicos les gusta que se lo traguen. Ten cuidado de retroceder un poco cuando estalle o si no te atragantarás y esto no es muy romántico. Cógelo en tu boca, manténlo allí y después lo tragas.
Otra solución, y esta también es bonita, salvo que estés haciendo el amor donde no puedas ensuciar, es dejar los tibios, maravillosos jugos derramarse en tu boca y entonces deslizarlos alrededor de la ya húmeda polla. ¡La hace tan escurridiza y deliciosa de tocar! Querrás recorrerla con tus manos, sintiendo la polla dura hacia arriba, esparciendo la reluciente leche sobre el capullo. Esto también crea una estupenda imagen sensual, para tí y para tu hombre.

Acabas de hacerle a tu hombre una mamada que no olvidará en la vida

Créeme, si sigues mis instrucciones, este tipo querrá saber más sobre ti. He oído a los hombres que una mujer entre cincuenta sabe como hacer una buena chupada. El resto actúa como si fuera un gran favor. Lo que es otro punto que debo remarcar. Si no te gusta chupar y has intentado aprender a que te guste y todavía no funciona, no te rindas. Quizás te guste con el tiempo. Los hombres dicen que las mujeres mayores son mejores chupadoras.
Pero debo advertirte, hay un montón por ahí a las que nos gusta chupar y vamos a ser una dura competencia para las que sois tímidas. Conozco mujeres que incluso tienen orgasmos chupando pollas.
Una nota final, esta vez para los hombres: No empujes.
No hay nada más mortal que tener un hombre empujando tu cabeza
ahí abajo. Espera. Si ella estuviera dispuesta, se pondrá en ello, quizá no hasta la segunda vez que hagáis el amor. Y si le das tiempo, aprenderá a gustarle. Si a ella no le gusta, quizás si le guste a tu siguiente amante...

Espero que os sirva, con amor, una anónima.

domingo, diciembre 21, 2008

Feliz Navidad




Dicen algunos sexólogos que la Navidad no es época propicia para el sexo. Que los excesos de comidas, bebidas y fiestas pasan factura y alejan el sexo a un segundo plano. Que los encuentros familiares tampoco lo motivan, porque se antepone el amor espiritual -menuda tontería, elevada a la categoría de ciencia. Pero esto es así, uno coge un palo, le hace un estudio científico y zas, se lo cree la gente a pies juntillas-. Y que el estrés de las compras tampoco ayuda nada.

Yo prefiero echar por tierra esa teoría y seguir pensando que el sexo es un festín, y como tal me lo voy a dar en una época de festines como es esta -en las demás también-. Que puedo sazonarlo con afrodisíacos y que le voy a pedir a los Reyes Magos un juguetito para la ocasión.

Además -esto es lo mejor- el sexo es la mejor manera de perder los dos kilos de más, que dicen que vamos a engordar en Navidad con tanta comida y bebida. Y es gratis.

Esto también lo han comprobado científicamente, lo ha hecho un tal Richard Smith, que cuenta en un libro las calorías que quemas mientras follas, y antes y después del encuentro amoroso.

"Qué sentido tiene agotarse en el gimnasio si el simple hecho de desabrochar un sostén (con manos temblorosas) quema 67 calorías (o 753, si su dueña no colabora)?, dice este señor.

Pues nada, en vez de apuntarte a un gimnasio, ya sabes...

Articulo extraido de http://blogs.20minutos.es


viernes, diciembre 19, 2008

Preparación para el sexo anal

Ir directamente a las fotos

El sexo anal puede ser un acto exitante y audaz. El ano es una parte muy sensible sexualmente, por lo que mucha gente, incluso a pesar de su mala fama, no se niega ese placer. Pero es muy importante realizarlo respetando unas reglas determinadas, sino podría resultar desagradable e incluso dañino.

El sexo anal no es un práctica sexual exclusivamente gay; ha sido explorada desde la antigüedad por personas de ambos sexos y pertenecientes a diferentes culturas. Hoy en día, hay mujeres y también hombres (homosexuales o no) que confiesan disfrutar del sexo anal. Según algunos estudios sexológicos, en la sociedad occidental cada vez hay más parejas que ven en el coito anal una manera como cualquier otra de disfrutar del sexo, siendo para ellos una alternativa válida al vaginal o al oral. En cuestión de cifras, las estadísticas indican que alrededor de un 20% de mujeres y hombres heterosexuales practican sexo anal, mientras que en la comunidad gay, el porcentaje se eleva al 50%. Por el contrario, tambíen es verdad que hay muchas personas que lo consideran una práctica tabú. Lo ven sucio, antinatural y humillante. Otras personas piensan que es doloroso, o que puede causar heridas y lo cierto es que puede ocurrir si no se hace bien y no se toman las precauciones necesarias. Además, desde la década de los 90, se sabe que el virus del SIDA se transmite más fácilmente a través del ano.

Si deseas probar algo completamente diferente, el sexo anal puede ser lo que estés buscando. El sexo anal bien hecho no es nada molesto ni dañino y puede resultarte muy placentero.

Empieza por hablarlo con tu pareja. Es una manera de expandir vuestros horizontes sexuales y además el ano es sexualmente sensible, lo que significa que produce placer si se estimula adecuadamente. Si finalmente y en contra de su mala fama, los dos estáis de acuerdo y plenamente decididos a no negaros este placer entonces tened en cuenta lo que os explicamos a continuación.

Mucha paciencia: es la clave del éxito en el sexo anal

A parte de condón y lubricante, la paciencia es imprescindible para hacer posible el sexo anal. La penetración inicial es siempre la parte más difícil de esta práctica sexual: el ano es un apretado anillo de carne cuya función es la de controlar la eliminación de los desechos del cuerpo y además no se puede controlar totalmente, ya que tiene movimientos reflejos. Si el ano no se estimula adecuadamente, sobre todo en el esfínter anal, puede resultar doloroso y molesto además de provocar desgarres y lesiones importantes.

Higiene y Relajación

La primera cosa que debéis hacer es vaciar los intestinos, lavaros bien la zona y relajaros. Es evidente que para que todo resulte ameno y placentero, la persona penetrada debe haber evacuado antes, de manera que la última parte del intestino colon esté lo más limpia posible y no haya dificultades en la penetración. Finalmente, un lavado concentrado en la zona es también necesario. Podéis tomar un baño caliente o un masaje y relajaros. Recuerda que los músculos que rodean el ano impiden que algo pueda entrar fácilmente, al menos de que la persona se relaje y se lo tome con tranquilidad.

Ir poco a poco

El lubricante facilita la penetración que, por sí sola, no es sencilla. Si además la pareja estimula manualmente la zona para así dilatar el esfínter anal, esta práctica no tiene porque resultar dolorosa. Empezad introduciendo algo pequeño en el ano, nunca el pene directamente ni un juguete sexual como un consolador o un vibrador. Lo mejor es usar un dedo, cubierto con un condón bien lubricado y sin llevar anillos u otros objetos y con las uñas cortas.

Hay que introducirlo lentamente, haciendo pequeños círculos en la superficie del ano para irlo abriendo poco a poco y permitiendo que se ajuste al tamaño del dedo. Debéis parar inmediatamente si la persona penetrada no se siente a gusto, no forcéis nunca. Si se hace difícil entrar, probad añadiendo más lubricante en el dedo y en el ano. La primera vez, la persona penetrada puede sentir algo de dolor. Si la persona penetrada continua sintiéndose incomoda, es mejor parar de nuevo y probad más tarde u otro día. El sexo anal no es una actividad hecha para todos. Lo que nunca debéis hacer es forzar la penetración. Si llegáis a introducir un poco el dedo en el ano, el paso siguiente es sacarlo, lentamente. Repetir varias veces para dar tiempo al ano a que se habitúe a esta actividad. Después haced lo mismo con dos dedos. Si el tamaño del pene es mayor que los dos dedos, entonces sumar un tercero y repetir. Lo normal es que dos dedos se ajusten al tamaño del pene y sean suficientes: la idea es que lleguéis hasta que el tamaño sea aproximado al del pene. Recordad siempre lubricar bien la zona y el condón. Una vez hayáis culminado varias veces con éxito la penetración con los dedos, ha llegado la hora de probar con el pene o con un juguete sexual. No realicéis nunca movimientos bruscos y tened cuidado con la profundidad de la penetración: la pared rectal forma curvas y es delgada. En muchos casos la persona penetrada disfruta más cuando se le introducen los dedos, gracias a la posibilidad de movimientos de estos, que cuando se le introduce el pene.

Buscad una buena posición

Es importante adoptar una postura adecuada. Las mejores posiciones para el sexo anal dependen del nivel de experiencia que tengáis en esta práctica. A continuación os presentamos algunas básicas. A partir de ellas, podeis ir inventando y experimentando infinidad de nuevas variantes.

La posición del "perrito" es la que se asocia más con el sexo anal. Sin embargo, como esta posición permite un penetración profunda del pene puede no ser la mejor para los principiantes. Quien recibe la penetración se pone a cuatro patas mientras que la pareja se pone de rodillas encarando el trasero. Una vez introducido el pene, empuja su cadera adelante y atrás, moviendo el pene dentro y fuera del ano. Quien recibe la penetración debe mantenerse quieto o rotar su cadera de un lado a otro.

Otra posición que permite una profunda penetración, pero más algo difícil. Sólo para expertos. Estaréis cara a cara, con la persona que recibe la penetración abajo y la pareja arriba. La persona que recibe la penetración apoya las piernas en los hombros de la pareja. Es más agradable si colocáis una almohada bajo la pelvis para levantar el trasero de quien recibe la penetración. Permite una visión completa de los genitales y de la penetración anal que resulta muy exitante a muchas personas.

Buena para principantes. Los amantes se tumban de lado, con el hombre entrando por detrás. Esta posición es cómoda y es posible lograr el máximo contacto corporal. Es fácil controlar la intensidad y la profundidad de la penetración. Las manos de los dos quedan libres para estimular otras partes del cuerpo.

Otra posición para principiantes es la que la persona penetrada se tumba boca abajo sobre su estómago con su cadera elevada con una almohada y con la pareja encima. No es tan fácil una penetración completa con éste método y los movimientos están restringidos.

En la imagen de la derecha podeis observar una posición en que la persona penetrada tiene control de la velocidad y profundidad de la penetración. Se acuesta o se sienta encima de su pareja, montando sobre él y deslizando su ano hasta encontrar su pene erecto. La penetración es fácil y profunda en esta posición y la persona penetrada tiene el control. Además, las manos de la pareja están libres para acariciar el cuerpo de la persona que recibe la penetración y/o para masturbarla mientras es penetrada.

Muy importante

Una vez introducido el pene, debéis dejar que vuestros cuerpos se adapten. Si la persona penetrada está completamente relajada, la penetración resultará sin dolor. Sobretodo es importante que durante la penetración, nunca se realicen movimientos bruscos. Tomáoslo con calma y dejad que vuestros cuerpos se acomoden. Poco a poco estaréis preparados para más.

Articulo extraido de http://www.123-amateur.com

jueves, diciembre 18, 2008

¿Sera cierto? Cosas que nos y os molestan del otro sexo


20 cosas que las mujeres odian de los hombres

1.- El mal aliento.
2.- El olor a sudor rancio, o a alcohol.
3.- Eructos y pedos.
4.- Cuerpo fláccido.
5.- Desaliño en el vestir.
6.- Excesivo vello corporal.
7.- Rutinas sexuales.
8.- Fanfarrón.
9.- Egoísmo.
10.- Pusilánime.
11.- Hipocondríaco.
12.- Celoso.
13.- Tacaño.
14.- Que se orine fuera del retrete o en el lavabo.
15.- Que se hurgue la nariz, los dientes o haga ruidos.
16.- Que deje restos de barba o jabón después de afeitarse.
17.- Que solo se afeite para salir no para hacer el amor.
18.- Que se pase todas las santas tardes viendo la televisión sin decir una palabra.
19 .-Que ronque.
20.- Que use una ropa interior impresentable.

Extraido de http://www.mujeraldia.com

10 Cosas que los hombres odian de las mujeres

1.- Que no respeten su espacio personal
2.- Los Celos
3.- Que no entienden el codificado lenguaje femenino (eso de que si es luego, o no, es si)
4.- Que sean demasiado sentimentales
5.- Ir de compras
6.- Que sean inseguras
7.- Que hablen sin parar
8.-Que usen el sexo como arma (No entendemos que si estas enfadada no es un castigo no tener sexo)
9.- Que oculten su pasado
10.- Que se critiquen entre ellas

Extraido de http://www.taringa.net

miércoles, diciembre 17, 2008

Las Fantasías sexuales al dia (Hombre y Mujer)



Fantasías sexuales más comunes en los hombres

Siempre se supo que los hombres tenían una imaginación erótica “desaforada”. Se les ha considerado tradicionalmente tan fuertemente sexuados que se admitía como “natural” que fantasearan, aunque no se considerase siempre enteramente limpio que se imaginaran cosas “guarras”.


Durante las fantasías, la imaginación se dispara y prepara situaciones, más o menos reales, que, habitualmente, la persona no se atrevería a hacer verdaderamente en su vida cotidiana.
Es ese componente ficticio lo que hace atractivo algo que en la práctica puede no serlo para el sujeto.

Hombres y mujeres fantasean por igual
En el modo de fantasear influye notablemente el distinto modo en el que son socializados sexualmente los hombres y las mujeres. Ellos siempre tienden a fantasear situaciones en las que son los actores que hacen las cosas; mientras que las mujeres se imaginan siendo las receptoras de las cosas que le hacen otros.
Precisamente por eso, una variante muy excitante para ambos sexos es cambiar los roles e imaginarse ellos, que les hacen cosas, y ellas, que las hacen.
Las fantasías homosexuales, que formarían parte de ese cambio de roles, son menos comunes entre los hombres que entre las mujeres por su fuerte socialización homófoba.
Un número de hombres similar al de mujeres (71%) fantasean durante el coito. En tales ocasiones, el objeto de la fantasía suele ser la propia pareja situada en un contexto erótico diferente o, más comúnmente, otra mujer.

La masturbación es el mejor momento para la fantasía
Con todo, las fantasías sexuales durante la cópula suelen ser más esporádicas que las acontecidas durante las ensoñaciones diurnas o, más frecuentemente, durante la masturbación.
La masturbación es el mejor momento para la fantasía, ya que el hombre se encuentra a solas consigo mismo en un momento de intimidad que nuestra sociedad no nos concede con prodigalidad.
Durante las ensoñaciones diurnas (soñar despiertos) se desarrollan las fantasías más elaboradas, con mayor número de elementos ambientales, lugares exóticos y enredos con algún tipo de argumento por simple que parezca.
Los acontecimientos de días pasados, los deseos largamente reprimidos, las situaciones temidas o irrealizables, son la principal fuente de inspiración para la elaboración de estas fantasías; donde la pareja, sobre todo, o alguna desconocida son las protagonistas.
Los hombres son menos propensos a elaborar historias complejas que las mujeres. Son más directos. Pero también les gustan los exotismos y los argumentos simples.
Hombres y mujeres fantasean con sus parejas, durante la masturbación, en proporciones aproximadamente iguales: 75% ellos y 80% ellas. Pero sí que se encuentran diferencias en otros aspectos del fantasear masculino.

Fantasías más frecuentes de los hombres
Las fantasías más comunes entre los hombres, además de las historias que se montan con sus parejas, son, por orden de frecuencia:

Realizar prácticas sexuales con personas extrañas. Casi la mitad de los hombres (47%) fantasean de ese modo; con conocidas y con desconocidas. La variedad parece que forma parte de las necesidades sexuales íntimas de los hombres, sobre todo de los más jóvenes, y las reflejan en sus fantasías.


La fantasía que le sigue es la de tener relaciones sexuales con varias mujeres a la vez. Un hombre de cada tres (33%) fantasea de este modo. Le pasa siempre a los más jóvenes de ambos sexos.


Un 19% de los hombres fantasean con actividades sexuales y situaciones en las que jamás se comprometerían en la vida real. Al contrario que las mujeres, que tienen más fantasías de ese tipo (un 28%). Quizás a los hombres les cueste esfuerzo pensar que existen actividades sexuales que serían incapaces de realizar.


Le sigue la fantasía de obligar a una mujer a tener sexo. Un 13% de hombres tiene esta fantasía promovidos, probablemente, por el tipo de condicionamiento cultural masculino recibido, que les obliga a ser “hacedores”, agentes activos en toda relación sexual, consentida o no. Atención: se trata de fantasías. De cosas que se imaginan sabiendo que se encuentran en un mundo irreal. Sería tan injusto suponer que estos hombres son violadores en potencia, como conjeturar que las mujeres que fantasean con ser obligadas a tener sexo son potencialmente provocadoras de violaciones.


Quizás por ese condicionamiento cultural de “hacedores” sexuales, un porcentaje de hombres relativamente pequeño (10%), en cualquier caso menor que el de mujeres, fantasean con la idea de ser forzados a mantener relaciones sexuales. Esta fantasía la tienen los más jóvenes de ambos sexos. Los de más edad, tienden a abandonar esta fantasía, como si la experiencia hiciera la idea menos atractiva.


Finalmente, solo un 7% de los hombres fantasea con tener relaciones sexuales con miembros del propio sexo. La homosexualidad, aún en términos imaginarios, parece ser algo inquietante para los hombres. El mismo tipo de homofobia que impide a muchos de ellos aceptar y disfrutar caricias sexuales en el ano, aunque se las proporcionen sus parejas femeninas. Se trata de un condicionamiento cultural que implica tanto a hombre como a mujeres. Recuérdese que tanto unos como otras aún emplean alguna que otra vez la voz marica como un insulto contra el sexo masculino

Las Fantasías femeninas más comunes

es el tema que os vamos a presentar hoy. Si alguno de tus deseos más tórridos no están en esta pequeña lista que hemos creado, te animamos a que nos cuentes los tuyos…

Durante mucho tiempo se creyó que las mujeres carecían de fantasías sexuales. Claro, como no tenían necesidades eróticas, la imaginación no se les disparaba en esa dirección. Pero cuando se aceptó su autonomía sexual, comenzó a estudiarse su capacidad fantaseadora.

Las fantasías más comunes entre las mujeres, además de la comentada, por orden de frecuencia son:
1.- Realizar prácticas sexuales que nunca serían capaces de llevar a la realidad. Esto incluye prácticamente cualquier cosa, y confirma el carácter liberador, lúdico, que tienen las fantasías eróticas. Las mujeres tienen este tipo de fantasía en mayor medida que los hombres. Un 28% de ellas se excitan así.

2.- A esa fantasía le sigue tener sexo con un extraño. Una de cada cinco mujeres (21%) fantasean de este modo. En ocasiones se trata de alguien conocido del inmediato entorno de la soñadora. Pero la mayor parte de las veces se trata de alguien visto fortuitamente por la calle, en el trabajo, o en cualquier otro ambiente cotidiano.

3.- Un 19% de las mujeres, sobre todo las más jóvenes, fantasean con que son obligadas a tener relaciones sexuales por conocidos o desconocidos. Ojo con esta fantasía, porque algunos (y, aunque menos, algunas) encuentran que la misma explica las violaciones de muchas mujeres. Nada es menos cierto que eso. Se trata de fantasías, de excitarse mediante hechos que pueden dar morbo por la situación creada a su alrededor (estar indefensos ante el otro puede ser excitante para muchas personas muy resolutivas en la vida real), pero eso no implica un deseo, ni directo ni indirecto, de ser violadas o de provocar violaciones.

4.- La actividad sexual realizada con más de una persona del sexo opuesto ocupa la fantasía del 18% de las mujeres. forma parte de esa necesidad de imaginarse situaciones que, probablemente, no serían capaces de realizar en la vida real.

5.- Un número mayor de mujeres heterosexuales que de hombres fantasean con tener relaciones sexuales con alguien del mismo sexo: 11%. Esto sucede así porque las mujeres reciben culturalmente el mismo gusto que los hombres por la belleza femenina y son capaces de admirarla sin tapujos homófobos.

6.- Finalmente, la fantasía que ocupa el último lugar entre las mujeres es la de obligar a alguien a tener relaciones sexuales sin su consentimiento o con un asentimiento forzado. Esta fantasía ocupa al 3% de las mujeres. Aparece con menos frecuencia que en los hombres, precisamente por ese modelo general del fantasear femenino que supone verse como receptoras de la actividad sexual ejercida por otros. En ese contexto, forzar a terceras personas a hacer algo está casi fuera de lugar, pues exigiría ser más activas que receptivas.

Articulo extraido de: http://mujer.terra.es y http://www.cosasdemujer.es

martes, diciembre 16, 2008

Quiero ser tu amante


Buen sexo, morbo, curiosidad, independencia, vía de escape, gusto por lo prohibido… son las razones esgrimidas en la mayoría de los casos para justificar su papel de amante. Vamos a dilucidar las ventajas y desventajas que tiene ser ‘la otra’. Por cierto, ¿he nombrado el buen sexo?


En una relación no hay más que dos opciones: o ser la esposa, la novia, compañera, en definitiva, la pareja oficial, o ser la amante. Muchas mujeres, más de las que imaginamos, se han visto involucradas alguna vez en sus vidas en historias con hombres casados, de forma totalmente consciente. ¿Por qué? Múltiples razones pueden llevar a alguien a ser 'la otra'. Entre ellas, las malas experiencias ocupan un lugar primordial, antes de ser la ‘cornuda’, mejor ser ‘la querida’.

Cuando alguien ocupa el tercer lugar de una relación, no hay engaños. Se acepta la situación y se vive la experiencia. Sin celos, sin desconfianza, sin incertidumbres y, sobre todo, sin esa sensación de zozobra de ‘¿me estará siendo infiel?’ La situación resulta, paradójicamente, más natural que la de muchas parejas al uso. Una mentira muy saludable.

Pero, ¿todo es tan maravilloso como parece? El tiempo es el gran enemigo de las amantes y el gran aliado de las esposas. Vamos a ver, con un poco de humor, ventajas e inconvenientes de eso que llaman 'ser la amante'.


¿Por qué una mujer se convierte en amante?

La imagen frívola del papel de las amantes que se ha proyectado en el cine o la televisión, ha hecho un flaco favor a estas mujeres que, por circunstancias de la vida acaban siendo 'las queridas' de hombres casados. Muchas llegan a esta situación por curiosidad, buscando un poco de aventura y buenas relaciones íntimas sin ningún tipo de compromiso, y acaban encontrando, en la mayoría de las ocasiones, el amor y, por tanto, la soledad y la desesperación.

Como reinas de lo prohibido, se adentran en una relación donde el sexo es el gran protagonista. Un intercambio de necesidades en un momento determinado, sin futuro, sólo presente. La adrenalina de lo prohibido es un canto de sirenas en las que muchas caen por la emoción de jugar sin límites, en relaciones que constituyen verdaderos desafíos. Los encuentros fugaces, a escondidas, con la tensión de no ser descubiertos, causa mucha excitación. No es que el sexo con un hombre casado sea diferente que con un hombre libre, pero es la fruta del paraíso un plato exótico que degustar en momentos puntuales, no el menú de todos los días. Como dice Sabina en su canción 'Contigo', ‘yo no quiero comerme una manzana, dos veces por semana, sin ganas de comer’.

Aunque la amante sabe que el espacio que comparte con ese hombre no es el mismo que el de una pareja estable, la posibilidad de tener una vivencia diferente da alas a la pasión, al creerse enamorada, aunque se trate realmente de un enganche emocional. A cambio, sonrisas, regalos, buen trato... porque ambos son conscientes de que esta situación tiene un final anunciado. Este tipo de relaciones nacen fracasadas.

Según expertos sexólogos, la etapa de encantamiento dura entre dos meses y dos años. Tras esto los hombres tienden a volver a sus hogares, con su familia. Con la madrastra de Blancanieves, según la imagen proyectada por el marido a la amante de su propia esposa. Con esa mujer con la que apenas había ya comunicación o no sabía satisfacer sus deseos sexuales. Al fin y al cabo, todos anhelamos una relación estable, el calor del hogar.



Ventajas de ser ‘la otra’
- Te llevas lo mejor de ellos. Las buenas caras, gestos, actitudes, el buen humor y las sonrisas las gastan siempre con la amante. Las extravagancias y vicios ser reservan para la dulce esposa. Además, no dan quebraderos de cabeza. Nada de quejas sobre el trabajo, el no llegar a fin de mes o los problemas con los hijos. A lo sumo, hablará de su mala esposa y su sentimiento de incomprensión.

- El sexo será espectacular. Como no se dispone de todo el tiempo del mundo, cualquier momento es bueno para un encuentro inolvidable, ya que nunca se sabe cuándo será la próxima vez. Además, el morbo que da intentar que la gente no se de cuenta aumentará la excitación entre los dos.

- Ni plancha, ni cocina, ni limpiar su rastro. La amante no plancha sus camisas, más bien las arranca y las deja hechas una piltrafa en algún rincón del hotel. Tampoco se dedica a poner su ropa interior en remojo, ni tiene que frotar esas manchas rebeldes que se resisten a desaparecer. Y mucho menos tiene que comerse la cabeza, día tras día, para ver qué le hace de comida. Para eso están los restaurantes recónditos y con encanto donde se suele acudir para dar rienda suelta a la pasión. Y si algún día deciden preparar algo en casa (de ella, por supuesto), el ir al mercado y seleccionar las mejores fresas con lo último en champán, se convertirá en todo un placer.

- Ni ronquidos, ni pijama de felpa. Son tan pocas las noches compartidas, que se aprovechará el tiempo para todo menos para dormir. Y si por un causal el sueño vence, Morfeo se encargará de convertir sus ronquidos en un dulce resuello. Por manta vuestras pieles y al despertar un tierno beso en los labios y unos ‘buenos días mi amor’ se convertirá en el mejor desayuno. Después una buena ducha compartida os dará las energías necesarias para afrontar un nuevo día, con una sonrisa. Nada de ‘sal de una vez que ya llevas una hora dentro y yo voy a llegar tarde’, ‘recoge el poco pelo que te queda de la ducha’ o ‘¡cierra el grifo del agua fría!’. Lo único que se oirá es la respiración de ambos provocada por el contacto de vuestros cuerpos enjabonados, mientras el agua no deja de caer sobre vosotros.

- Nunca tendrá que soportar a la ‘bruja’ de la suegra. Ni a esos insoportables sobrinos, primos y demás familia, caracterizada por su don del oportunismo, que aparecen allí donde no han sido invitados.

- Nada de vacaciones en el ‘maravilloso pueblo’ donde pasó su infancia. Tampoco tendrá que esperarle pacientemente mientras termina su timba de mus con los amigotes. A ti te espera París, la ciudad del amor, Ámsterdam, la ciudad de las risas y un mundo entero por descubrir.

- Tu casa y tu vida te pertenecen. La decoración correrá de tu cuenta y a él siempre le parecerá maravilloso. Tampoco tendrás que dar explicaciones de tu vida. Con quién entras, con quién sales, quién te llama a las dos de la mañana o en qué te gastas tu dinero.

- Puedes serle infiel, sin ningún tipo de remordimientos. Él lo está siendo con su esposa y quizás con alguna más… Sin sentimiento de culpa, sin engaños, sin presiones de ninguna clase.

- Nunca vestirás de blanco, pero te hará sentirte como una reina cada vez que esté contigo. Los momentos en los que esté contigo, realmente querrá estar contigo. No hay cabida para el engaño, la irrealidad de una aventura se convierte en lo más auténtico de la vida, sin los cinismos y obligaciones que en ocasiones generan las relaciones oficiales.

- Cuando la rutina marital irrumpa en vuestra vida, la relación habrá muerto. Si los problemas invaden vuestra intimidad y vuestros cinco sentidos se desliguen del arte exquisito de la seducción es hora de hacer las maletas y decir adiós.



Primer regla de oro, nunca te enamores
Cualquier persona que entre a formar parte del ‘club de la buenas amantes’ tiene que saber las reglas del juego, si no quiere salir dañada de tal tamaña aventura. Lo primero a tener e cuenta es que para ser la amante de alguien hay que ser una persona muy madura y tener las cosas muy claras. Saber qué lugar se va a ocupar durante la relación y, lo más importante, nunca hay que enamorarse. Sólo hay que esperar sexo y, como mucho, amistad.

El amor pide de comer y, con el tiempo, irá exigiendo más: más tiempo, más atenciones, más normalidad… hasta convertirte en una nueva novia o nueva esposa, momento en el cual el derrumbamiento será tan estrepitoso que el ruido te impedirá escuchar a la realidad: tú siempre has sido la amante, nada más. De ahí la importancia de tener plena conciencia de la situación y no moverse de ahí, si nos se quiere sufrir. No he oído frase más acertada en estos casos que la que leí el otro día en un blog: ‘Una amante enamorada es una amante desubicada’.

Por lo tanto el secreto está en no exigir compromisos y repartir cariño de forma generosa sin esperar nada a cambio. Sois dos individuos independientes compartiendo un tiempo y espacio en común en un momento efímero. Es la concepción del presente, del instante. No hay futuro, esta palabra queda para la esposa. Tú te llevas momentos amorales de pasión, regocijo, risas, complicidades… y ella se queda con el mañana. Pero, lo más importante, es no perder la dignidad y quererse a uno misma por encima de todo y de todos.



Inconvenientes, porque no todo es color de rosa
- Siempre tendrás la mitad de un hombre, no el hombre entero. Te dedicará el tiempo que le sobre de sus obligaciones conyugales y familiares, para muchos las migajas.

- La soledad se apoderará de ti en fechas señaladas. Habrá momentos en que desearás ser la esposa (Navidad, cumpleaños, aniversarios, celebraciones en familia…). Ni tan si quiera podrás contar vía mail o telefónica si no quieres arriesgarte a ser descubierta y desaparecer de su vida.

- La competencia con la esposa será una constante en vuestra relación. Deberás ofrecer de lo que en su casa carece, por lo que vivirás bajo la presión de estar siempre impecable para él, de mantener un nivel en la cama, de ser la mejor amiga y de escucharle, sin pestañear, todos sus problemas, aunque no te importen lo más mínimo.

- Nunca formarás una familia. Él no asumirá el riesgo de que te quedes embarazada, demasiadas explicaciones. Y si esto finalmente ocurre, sólo tendrás una forma de que él se responsabilice: a través de los tribunales. Como podrás suponer, con estos antecedentes es imposible que la relación fluya de ninguna de las maneras.

- Tendrás que esconderte siempre de todos, cuando estés con él. Aunque quieras gritar a los cuatro vientos lo feliz que eres con él, tu boca quedará sellada. Además, lo verás cuando él tenga tiempo y quiera, y siempre a escondidas, como el ‘fantasma de la ópera’.

- Te costará conseguir el respeto de la sociedad. Aunque nos enorgullecemos de vivir en una sociedad abierta y enarbolamos la bandera de la libertad a la menor oportunidad, mostramos nuestra verdadera cara cuando alguien nos confiesa ser la amante ‘de’, algo muy distinto a tener una amante. Cinismo total.

- Si tu amante pertenece al círculo laboral, date por perdida. Sobre todo si la relación se va al traste. En estas situaciones, siempre suele salir mal parada la mujer.

- En el caso de descubrirse la infidelidad, siempre serás ‘una cualquiera’. A él se le puede perdonar, ella quedará marcada con la letra escarlata. Es el machismo que todavía impera en ésta, nuestra sociedad.

- Vivirás de promesas incumplidas. ‘Dejaré a mí mujer, pero ahora no puedo porque...’, ‘mis hijos son pequeños, pero cuando crezcan estaré siempre a tu lado’, ‘ella no me entiende pero tú…’, ‘si te hubiera conocido antes’… estos son los argumentos más habituales empleados por hombres casados que quieren seducir a mujeres que se resisten a sus encantos. Una visión poco halagüeña para quien se mete en estas historias de forma inocente, pensando realmente que algún día será suyo.

- Y si encima no puedes evitar enamorarte, el sufrimiento será el ‘pan de cada día’. Los celos harán su aparición pensando qué hará con su mujer o si tu no eres, al menos, la única amante. Sufrirás lo mismo que una esposa engañada… sin ser la esposa

Articulo Extraido de http://mujer.terra.es

lunes, diciembre 15, 2008

Somos Bisexuales?


Aparentemente “homosexualidad” y “heterosexualidad” se han convertido en dos términos artificiales definidos por una sociedad obsesionada con el orden. En muchas ocasiones se califican las relaciones homosexuales como anti-natura, sin embargo, cada vez se descubren más especies animales que la practican de manera absolutamente natural.

En cientos de especies de mamíferos, aves, peces, insectos, reptiles y anfibios se han descrito comportamientos entre individuos del mismo sexo. La homosexualidad percibida como un fenómeno de depravación ideado por la mente humana, está siendo rechazada desde el punto de vista científico. En algunas especies es un comportamiento común que incluso contribuye al éxito reproductivo de la colonia o de la población.

¿Cuál es la causa de la homosexualidad humana? En principio no debería ser ni siquiera motivo de estudio, pues no es más que otro tipo de relación interpersonal. Sin embargo es un tema que interesa mucho y sobre el que aparecen estudios día sí y día también. El psicólogo americano Robert Epstein considera que la variación en la orientación sexual de la pareja macho/hembra a hembra/hembra o macho/macho podría ser genéticamente normal. Las características humanas pueden considerarse de dos maneras: variables discretas (como el color de ojos), o continuas (como el peso). Este investigador aborda el planteamiento desde varios puntos de vista en su artículo para la revista Scientific American Mind “¿Pueden elegir los gays?”.

En una reciente investigación analizó un concepto extendido entre la población de que los gays son “desviados”. El estudio se realizó entre 18.000 voluntarios que completaron un cuestionario online. “La orientación sexual se encuentra entre las variables continuas, y la forma en la que la gente manifiesta su orientación es, a menudo, un factor predictivo negativo de su verdadero comportamiento sexual y de sus fantasías. Alguien puede llamarse gay pero comportarse como heterosexual y viceversa”, escribió Epstein en la revista Scientific American.

Los resultados de este estudio fueron dados a conocer en la reunión de la Society for the Study of Sexuality, que tuvo lugar en noviembre pasado. Epstein encontró los mismos valores continuos en E.E.U.U. y en otros 12 países. La investigación reveló que menos del 10% de la población es homosexual o heterosexual “pura”, y en general, las mujeres son más proclives a las relaciones con su mismo sexo que los hombres. Él mismo lo expresó de esta manera: “Mi estudio sugiere que la caracterización de la orientación sexual requiere dos números: la media de la orientación sexual (que sería una variable continua) y el rango de la orientación sexual (cómo de flexible es la persona expresando su orientación sexual, que también sería una variable continua)”.

Traduciendo, que las conclusiones de este investigador americano sugieren que muy poca gente es verdaderamente homosexual o heterosexual, y que en la mayor parte de los casos podemos sentirnos atraídos por personas de nuestro mismo sexo a pesar de ser heterosexual, o del sexo contrario, a pesar de considerarnos homosexuales. Tanta investigación para descubrir los que ya dijo aquel: “realmente no nos sentimos atraídos por uno u otro sexo, sino por unas u otras personas”.

Articulo Extraido de http://www.educasexo.com


Blog de contenido dudoso

Parece ser que la estrechez de miras de algunos, ha llevado a que a partir de ahora, al entrar aqui recibais el aviso de que el blog tiene un contenido dudoso, nunca dejará de sorprenderme que lo que unicamente pretende ser informar y dar a conocer aspectos de algo tan universal como el sexo, pueda ser censurado, perseguido y denunciado, pero aqui seguimos, lamento las molestias que os pueda causar

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