En un principio, el bukakke era el castigo que en el Japón feudal se le daba a la mujer infiel.
Atada en la plaza del pueblo, todos los varones en edad de procrear se masturbaban y eyaculaban sobre ella.
Hay que diferenciarlo de otras prácticas sexuales como el ganb bang y el cum-facial, prácticas excitantes sin duda pero que carecen de la estética del bukakke, considerado por much0s, entre los que me encuentro, como todo un arte.
El arte del exceso innecesario.
Para que el bukakke alcance la perfección deben darse ls siguientes factores:
El exceso: un bukakke no puede ser de dos o tres varones derramándose sobre una hembra. Ni siquiera seis o siete. En un verdadero bukakke deben participar veinte, treinta.. o incluso cien hombres. No hay mayor regalo para la receptora que esa excesiva muestra de gratitud por su belleza, su paciencia y su entrega.
El equilibrio. Entre lo masculino y lo femenino. Para lograrlo, no debe haber ningún tipo de contacto entre ambas partes. El varón llega, se derrama y se va sin tocar a la hembra. Sin esta premisa, el bukakke se convierte en otra cosa. Es pues el onanismo un factor imprescindible en este arte.
Teatralizacion: La mujer aspira alcanzar la belleza de una flor de loto de inmaculada blancura, flor capaz de reproducirse desde su propia matriz, es símbolo de generación espontánea y se enlaza con la semilla derramada por el hombre sobre su cara para representar el principio de todas las cosas. El semen dibujará en su rostro los ríos de la perfección, es el maquillaje que pinta, construye, inventa otro rostro de blanca castidad.
Así pues el bukakke es una práctica sin penetración. Algo poco entendido en occidente. Sin embargo el bukakke no deja de ser un acto sexual pleno acentuando hasta lo descomunal ( otros dos aspectos de la relación sexual que han sido conceptuales en la actividad sexual varón-hembra en todas las culturas (religiones): la descarga del semen y la pasividad femenina. El bukkake subraya los dúos varón activo-descarga seminal y hembra pasiva-receptora seminal. El bukkake se conforma así como una actividad sexual conservadora y tradicional. Posiblemente machista pero que como representación teatral y artística no tiene desperdicio.
¿y qué pasa con los bukakkes gays? Para mi tienen la misma validez artística, el hecho de que no sea una hembra la receptora no cambia el cuadro final. No se ciñe al bukakke tradicional, pero si tenemos en cuenta que en un principio era castigo feudal, el bukakke actual solo debe ceñirse en la forma y no en el fondo a sus orígenes.
texto encontrado en: http://www.temploparafilias.com/
1 comentario:
polla aquí y polla allaaaa
maquíllate, maquíllateeeeeee
un espejo de cristal
y mírate y mírateeeeeeeee
zorrita canta.
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